Visión Doble- Hecha Sencilla

Por el Dr. Latif Hamed, MD, FAAO
Colaborador Experto

La visión doble se refiere a ver dos imágenes simultáneamente. Sus causas pueden ser muy benignas y fáciles de tratar, o pueden ser peligrosas, incluso potencialmente mortales, y más complejas de manejar.

Si tienes visión doble, cerrar uno de los ojos y observar si la visión doble desaparece o no puede dar mucha información. Si no desaparece, el problema se llama diplopía monocular, y sus causas usualmente están en el globo ocular en sí, como ojo seco, cataratas, cicatrices corneales, astigmatismo o agujeros en el iris. En la diplopía monocular, una de las dos imágenes es una “imagen fantasma”, generalmente junto a la imagen clara. Un buen examen ocular puede identificar el problema y sugerir soluciones.

Si la visión doble desaparece al cerrar un ojo, entonces se llama diplopía binocular. Esto implica que los ojos están desalineados, como un coche que necesita alineación frontal. Aquí es donde el problema se complica, porque la lista de causas es enciclopédica: el defecto puede estar en la retina, los músculos del ojo, los nervios que los controlan, la unión entre nervio y músculo, el tronco cerebral o el cerebro. Investigar las causas y ofrecer tratamientos abarca dos subespecialidades distintas de la oftalmología: la neuro-oftalmología y la cirugía de estrabismo, en las cuales tengo formación completa y sobre las que he escrito libros.

Algunas causas de diplopía binocular son benignas y fáciles de tratar. Por ejemplo, el paciente puede haber tenido una tendencia desde la infancia a que sus ojos se desvíen, y esto fue controlado hasta que, con la edad, su capacidad de “fusionar” imágenes se debilitó. Estos pacientes pueden ser tratados con lentes con prisma o cirugía de músculos oculares, según el tamaño de la desviación.

Otras causas de diplopía binocular son muy graves, como tumores cerebrales o aneurismas. Evaluar a un paciente con diplopía binocular es como una labor de detective muy meticulosa. ¿Qué pistas ayudan a distinguir entre una causa benigna que puede abordarse con calma y una potencial ruptura de aneurisma intracraneal que exige acción inmediata? El reto es identificar a los pacientes con causas graves, ordenar los exámenes adecuados a tiempo, y realizar derivaciones y tratamientos oportunos.

Considera al paciente que llega con dolores de cabeza, visión doble, una pupila dilatada y párpado caído: este cuadro grita “aneurisma” y se necesita actuar rápido antes de que se rompa. Afortunadamente, este tipo de presentación no es común, y el paciente típico puede diagnosticarse y tratarse con más tranquilidad. Pero es fundamental evitar lo que llamo errores de omisión y comisión.

  • Errores de omisión: no hacer algo que se debería hacer, como no ordenar pruebas para descartar miastenia gravis en un paciente con visión doble, dificultad para tragar, fatiga fácil y cambio reciente en la voz.

  • Errores de comisión: hacer algo que no se debería hacer, como realizar cirugía de músculos oculares en un paciente con enfermedad de Graves mientras los ojos y órbitas están inflamados, lo que podría empeorar la situación. Otro ejemplo sería ordenar estudios costosos como resonancia magnética para un paciente con diplopía monocular simple, mal interpretada, o fusión rota de un estrabismo infantil antiguo.

Uno de mis profesores en el Bascom Palmer Eye Institute en Miami solía decir que hay dos tipos de médicos: los que diagnostican y los que tratan. Resolver un caso complejo de diplopía que otros no pudieron puede inflar el ego del médico —y créeme, no falta ego en mi profesión. Pero al final del día, ¿de qué sirve un diagnóstico impresionante si no se resolvió el problema del paciente?

No es difícil imaginar lo peligroso que es conducir con visión doble. Por eso, el diagnóstico es solo un medio para un fin: crear un plan de tratamiento adecuado que haga feliz al paciente.

Uno de los tratamientos más comunes para la visión doble es la cirugía de músculos oculares. Cada ojo tiene seis músculos que lo mueven, como las riendas de un caballo, guiando su movimiento con precisión. La cirugía implica debilitar o fortalecer uno o más músculos (reinsertarlos en una nueva ubicación) para restaurar la alineación ocular. Se necesita mucha experiencia para decidir qué músculo operar y cuánto modificarlo, especialmente porque la cirugía se realiza con anestesia y no se sabrá si la diplopía ha desaparecido hasta que el paciente despierte.

Una técnica para evitar sorpresas después de la cirugía es el sutura ajustable. En este caso, el músculo operado no se ata permanentemente, sino que se deja como con un “lazo”, y su posición final se ajusta al día siguiente en el consultorio para eliminar cualquier diplopía residual.

No todas las causas de diplopía requieren tratamiento. Algunas, como la isquemia microvascular (mini-derrames que afectan los nervios de los músculos), suelen resolverse solas en unos meses. El reto es identificar exactamente el problema. Una vez se descubre la causa, el tratamiento será específico en lugar de aplicar múltiples soluciones al azar.

Dr. Latif Hamed está ubicado en:
3230 SW 33rd Rd., Ocala, FL 34474
Para más información, llame al 352-237-0090. ♦

Previous
Previous

El ojo y la búsqueda de la longevidad: Venciendo a los cuatro jinetes

Next
Next

Ojos Secos, Llorosos y Pegajosos